¡Buenos días! Feliz lunes.
Hoy os hablaré de un cliente que sufrió una
desvalorizacion por un conflicto de indecisión, la encrucijada ante cuál es el
camino que debo tomar y si es el correcto.

Fue a tirar unos escombros de la obra y con el simple
gesto de la rotación del cuerpo, se le rompió el tobillo como si de una paja se
tratara. Lo tuvieron que intervenir, colocándole clavos en la fractura. Durante
un año no le bajaba la inflamación y tenía molestias, hasta que tomó el camino
que creyó sería el bueno.
Sólo por un momento parar a pensar el poder de nuestro
pensamiento y el poder de Dios, fuente,
para la manifestación a través de nuestro cuerpo. Él creó lo que
sucedió: quiero romper mi dirección y así sucedió, así ES.
Gracias, está
es mi verdad y no la vuestra.
Bendiciones y os deseo una semana de abundancia y
éxito, llena de amor.
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